CULTURA PARA LA ESPERANZA número 51. Primavera 2003
MANIFIESTO POR LA DIGNIDAD EN EL TRABAJO
Sólo un cambio que garantice la producción socialmente necesaria, realice una distribución justa de lo producido, y tienda a gestionar socialmente la propiedad para el bien común será solución; lo demás son parches, cuya eficacia es ya a todas luces insuficiente.
Este Manifiesto nace de una preocupación por la realidad del mundo, porque creemos que los problemas tienen solución y porque hacemos una lectura crítica de la realidad. Consideramos el Derecho al Trabajo como un Derecho Fundamental y queremos denunciar no sólo el paro estructural al que estamos sometidos, sino también la precariedad laboral que divide a los trabajadores.
DENUNCIAMOS QUE:
- En España, el 90% de los contratos nuevos del 2002 fueron temporales. La tasa de paro general se situó en un 11,45% de la población activa, alcanzando el 16,20% en el caso del paro femenino y un 10.1% para el paro juvenil. Uno de cada cinco trabajadores fallecidos en accidente laboral en la Unión Europea trabajaba en una empresa española.
- Las actuales políticas de empleo neoliberales permiten y encubren la precarización del trabajo en un proceso creciente y continuo de deshumanización, que sacrifica la dignidad de millones de personas por el beneficio y la avaricia de unos pocos.
- El número de horas extras realizadas equivaldría a la creación de miles de puestos de trabajo.
- Las empresas multinacionales aprovechan las situaciones económicas de los países en vías de desarrollo para obtener mano de obra barata y sin apenas ningún derecho laboral.
- Se utiliza mano de obra infantil (de 250 a 400 millones de niños) para fabricar productos de ocio principalmente, que consumimos en el Primer Mundo de forma indiscrimI-nada.
AFIRMAMOS QUE:
- El trabajo es un derecho fundamental y, por lo tanto, un "Derecho Humano". La falta o la precariedad del trabajo condicionan la vida de la gente. Unas condiciones y retribuciones injustas impiden que nos desarrollemos personal, familiar y socialmente.
- Precariedad, paro y explotación son caras de la misma moneda. Es necesario trabajar menos para trabajar todos. Aunque los beneficios del trabajo se siguen multiplicando, estos permanecen concentrados en manos del capital, excluyendo a los trabajadores en el reparto.
- La segmentación laboral y la inseguridad creciente garantizan la disciplina del trabajador: así se consigue que trabajadores fijos, precarios y parados luchen entre sí en vez de hacerlo conjuntamente.
- Las nuevas tecnologías, en lugar de servir al bien común, nos benefician a unos pocos y se utilizan como excusa para desplazar a millones de trabajadores del mercado de trabajo.
- El problema de las condiciones laborales es mundial. Surgen nuevas formas de explotación que en el Primer Mundo atentan contra la dignidad y en el Tercero llega incluso a la esclavitud.
- Hay una concentración de poder económico y político no sujeto a ningún control democrático, cuyo mayor exponente son las grandes empresas y consorcios transnacionales, que son los principales responsables de lo que sucede, poniendo de rodillas a la sociedad permanentemente, incluso con la guerra si es necesario.
PROPONEMOS:
- Hacer un replanteamiento de la actual forma de vida, nuestra cultura y mentalidad individualista, de modo que el fin último sea el respeto a la dignidad humana y la búsqueda del bien común.
- Apostar por una ética de austeridad y reducción del consumo.
- Descubrir la importancia que el trabajo tiene como instrumento para el desarrollo de la persona y su inserción en la sociedad. Luchar por los que no lo tienen y mejorar las condiciones laborales, buscando el reparto del trabajo y un justo reparto de los beneficios.
- Reducción progresiva de la jornada laboral, empleando el desarrollo tecnológico para el bien común. No aceptar horas extras ni pluriempleo por razones lucrativas.
- Crear medios de comunicación al servicio de los excluidos.
- Romper con la economía neoliberal y la especulación financiera.
- Ilegalización de las ETTs. ĦQue el INEM funcione!
- Erradicación de la esclavitud infantil. Condena, boicot y cierre de las empresas explotadoras.
- Frente a soluciones individualistas, unirnos en asociaciones coordinadas en forma de red.
- Crear cooperativas autogestionadas y solidarias que pongan trabajo sobre capital, supeditando la economía a la ética.
- Crear una cultura de paz, donde la dignidad de las personas esté por encima de los intereses económicos y políticos.
FIRMAN: